El Sistema de Diseño Humano (SDH) es una herramienta útil y práctica para la auto-observación y el auto-conocimiento. Nos muestra la configuración energética con la cual hemos nacido, configuración que nos hace únicos y que – por eso – también es llamada la Ciencia de la Diferenciación.
Conocer nuestra configuración nos permite reconocer y aceptar lo que somos, quiénes somos y cómo somos, además de darnos una estrategia con la cual encarar la vida tomando decisiones correctas desde el lugar correcto en cada uno de nosotros, minimizando de ese modo, el impacto que el entorno ejerce en nuestra vida.
Todo ser humano viene al servicio de la Existencia, cada uno de nosotros venimos con unos Dones, unos Atributos naturales, para juntos contribuir en el programa evolutivo de la Humanidad.
Conocemos nuestra educación, conocemos nuestro nombre… y, sin embargo, sabemos perfectamente que hemos venido al mundo sin nombre. Cuando nacemos, nacemos como una página en blanco, donde a primera vista parece que no haya nada escrito, y entonces nuestros padres, nuestros profesores, nuestros sacerdotes, empiezan a escribir en nosotros por todas partes. Pero, no nace una sola persona en el mundo que no tenga cierta capacidad de la que poder enorgullecerse, que no lleve en sí algo que producir, algo nuevo y hermoso a lo que dar vida, para hacer que la Existencia sea más rica. No hay ni una sola persona que haya venido al mundo vacía.
Esa capacidad que hay en cada uno de nosotros es mostrada gráficamente en el Diseño Humano a través de nuestras definiciones. Lo definido viene a ser el alumno que posee los Dones que tiene definidos (sus propias capacidades) y este alumno viene a la escuela de la Vida a experimentar las asignaturas que tiene en esas páginas en blanco y que en Diseño Humano llamamos centros sin definir.
El proceso de ser tu mism@ comienza por el reconocimiento de cuáles son las áreas de tu vida que han estado sometidas al peso del condicionamiento, por el reconocimiento de esas páginas en blanco en las que tu entorno escribe desde que naciste. Y, sin embargo, es desde aquí donde reside la oportunidad de hallar Sabiduría adquirida en tu vida.
Todo ser humano siempre está aprendiendo algo nuevo, y el SDH es una puerta para aprender a valorar las distintas cualidades, capacidades y habilidades que tenemos y podemos ofrecer a los demás, al mismo tiempo que disfrutar con lo que otros nos pueden brindar.
Si vives obedeciendo a tus leyes mecánicas, entonces puedes llegar a realizar tu propósito específico en esta vida.
En el SDH se sintetizan aspectos de las dos grandes familias de la ciencia: los ancestrales sistemas de observación de la astrología, el l-Ching, los Chakras y la Cábala; y las disciplinas contemporáneas de la física cuántica, la astronomía, la genética y la bioquímica.
El SDH nos muestra que cada uno de nosotros tenemos un diseño único, “grabado al nacer, que determina nuestro modo de encarar, entender y manejar la vida. Para comprender el Diseño es esencial que puedas reconocer tu propia estructura, tu propia configuración, y a partir de ahí, comienza el proceso autodidacta que este sistema propone, y esto te abre las puertas a un mundo de entendimiento nuevo, aclarando los misterios de tu vida y de tus relaciones.